TABACO

El consumo de tabaco afecta a todo el organismo, pero principalmente a las arterias que irrigan al corazón, así como al cerebro y pulmones. Sabemos que dejar de fumar no es fácil ya que la nicotina tiene un fuerte papel adictivo. Probablemente vas a necesitar ayuda para dejarlo. Tanto en tu Centro de Salud como en el Hospital se te podrá ofrecer esta ayuda.

HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Tener elevada la tensión arterial obliga al corazón a trabajar más, con lo que con el tiempo se irá debilitando, aumentando la probabilidad de sufrir problemas cardiacos como un infarto, insuficiencia cardiaca o arritmias. Las medidas que nos van a ayudar a controlar la tensión arterial son el abandono del tabaco, suprimir o reducir el consumo de alcohol, hacer una dieta equilibrada y ejercicio, así como controlar el estrés.

DISLIPEMIA

Tanto el colesterol como los triglicéridos son grasas que se encuentran en la sangre y que son fundamentales para la vida. Un exceso de su concentración en la sangre puede ocasionar que se formen unos “grumos” que pueden llegar a taponar las arterias y provocar un infarto. De ahí la necesidad de controlar su concentración en la sangre. Con dieta equilibrada, ejercicio y tratamiento farmacológico se pueden controlar los niveles de colesterol y triglicéridos.

DIABETES

Es una enfermedad por la cual en la sangre hay una concentración elevada de glucosa (azúcar), que perjudica a distintos órganos, entre ellos al corazón y sus arterias. Las medidas fundamentales para controlar los niveles de glucosa en sangre son el ejercicio físico, la dieta y tratamiento farmacológico.

OBESIDAD

Un mayor aporte de calorías de las que se consumen provoca el sobrepeso y la obesidad. Ambas van a unidas a otros factores de riesgo como son la hipertensión arterial, la dislipemia, y la diabetes. La principal medida para reducir el peso es disminuir la entrada de calorías, que se puede conseguir con una dieta equilibrada, reduciendo las raciones y aumentando el ejercicio físico.

SEDENTARISMO

Es la falta de actividad física. Cada persona debe realizar actividad física adecuada a su cuerpo y edad. Si no se ha iniciado, se puede realizar de manera progresiva hasta alcanzar el nivel óptimo de actividad física. Beneficios como el control del peso, de la tensión arterial, de la frecuencia cardiaca, del colesterol y de la diabetes, el aumento de la capacidad pulmonar y la reducción del estrés hacen que merezca la pena ponerse en marcha.

ESTRÉS

Hay situaciones de la vida que nos ponen “nerviosos” y nos pueden hacer sentir en peligro. Son situaciones de estrés, que aumentarán nuestra frecuencia cardiaca, nuestra tensión arterial y la tensión muscular. Podremos controlar este factor de riesgo con ejercicio físico, dieta saludable, ejercicios de respiración y relajación, descansar bien y autocuidado emocional, viendo siempre el lado positivo de la vida.

Resumiendo, dejando de fumar, haciendo una dieta equilibrada y ejercicio, solo con estas tres medidas fundamentales podremos reducir la probabilidad de sufrir un evento cardiaco. Las tres están relacionadas y actúan sobre varios factores de riesgo a la vez.

Si no sabes cómo actuar frente a una o varias de ellas, nosotros te podremos ayudar a resolver tus dudas.

Francisco Alba Saá
Presidente de sección de Enfermería de la Sociedad Castellano Leonesa de Cardiología